Tal vez cabreado por la derrota electoral en Massachussets, el feudo tradicional de la mafia Kennedy, Obama parece haber cometido el que puede ser su mayor error desde que ha llegado a la Casa Blanca: amenazar a la banca.
Como siga por este camino y, sobre todo, cumpla sus advertencias, su mandato será tan breve como el de Jimmy Carter. Sobre todo ahora que el Tribunal Supremo ha dictaminado que las grandes corporaciones, los lobbies, los que manejan el mundo, están autorizados a financiar ilimitadamente las campañas electorales.
De aquí a que le incluyan en el eje del mal junto a Chaves, Evo, Fidel... sólo quedan un par de editoriales de la prensa reaccionario-liberal. De momento, ya le aplican el primer insulto, "populista", y los mercados le castigan con una bajada que suena a chantaje.
¿Nadie le advirtió que esto no se puede hacer impunemente?
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