Los últimos datos del Eurostat, que apenas merecen un breve en los llamados medios de comunicación distribuidores de ollas a presión, televisores, dvds a bajo precio, vajillas, menaje, edredones, libros de segunda, clásicos enésimamente repetidos, bicicletas, tdts..., ponen de relieve que los trabajadores españoles somos pobres. Como siempre, por otra parte.
Porque pasado el espejismo de la bonanza y del crecimiento desbocado a lomos del ladrillo, la realidad es que los trabajadores españoles estamos por debajo del salario medio de la UE y que, sin ir más lejos, cobramos la mitad que los del Reino Unido, Holanda y Alemania. Y que sólo cobran menos que nosotros los portugueses, húngaros, eslovacos, rumanos y búlgaros.
Pero eso sí, los precios en euros están casi a la par que los del resto de Europa. Ventajas de la globalización de los servicios y la localización de los salarios.
¡Pobrecitos los empresarios españoles que para subsistir tienen que aprobar ERES y conseguir un despido más barato! ¿Más barato?
Y otro detalle, seguimos siendo el cuarto país de la UE con mayor brecha salarial entre hombres y mujeres, un 34,4%. Mucho trabajo te queda por hacer, Bibiana.
Bien tío!!!
ResponderEliminarVuelves al combate!!!